jueves, 30 de abril de 2015

Secretos públicos en el bar



Allí estaba yo de nuevo. Sin saber por qué todavía confiaba en la puntualidad de mis amigos, los de toda la vida, por lo que ya había soportado la soledad de sus retrasos una y otra vez a lo largo de muchos años. Es muy triste ser puntual estando rodeado de impuntuales. Pero es que ya era difícil que nos juntásemos los cinco, cada uno con sus historias y sus obligaciones. Por ello me alegré cuando por fin pudimos quedar el pasado sábado a las ocho de la tarde. 

Acababa de mirar el reloj y ya llevaban quince minutos de retraso. Quince minutos que yo estaba sentado en la barra, solo, con la única compañía de mi zumo de piña, nada de alcohol, puesto que había que guardar energías para una noche que sería sin duda larga. Nunca he llevado bien esperar solo en la barra de un bar, aunque pongan buena música como en ése. Pienso que todo el mundo me observa y piensa en lo que hará alguien como yo ahí sentado. Y sin embargo yo hago lo mismo, pues ya sea directamente, con discreción, o a través del reflejo en el espejo del otro lado de la barra, observo a toda la clientela del local.

jueves, 23 de abril de 2015

Día del Libro: Una Mancha en la Cama, de Magela Gracia



Hoy 23 de abril es el Día del Libro. Por ello me gustaría regalar a todos aquellos y a todas aquellas que me leen en este blog un buen libro. Y ése no es otro que Una Noche en la Cama de una buenísima escritora llamada Magela Gracia. Pero como no me es posible regalarlo a todo el mundo, tan sólo os lo voy a recomendar. Y es que para un día especial para los libros como hoy, no hay nada mejor que este libro.


Si cuando me lees te calientas, si cuando me lees te pones en la piel de esa persona a la que yo he hecho disfrutar, te aseguro que este libro debe estar en tu colección de libros ardientes y privados. Pues ése es mi regalo, quiero que este libro esté en tu biblioteca particular, además, si te gustan mis relatos, tengo claro que te van a gustar los de Magela Gracia, créeme, no te miento. Yo escribo relatos llenos de erotismo salpicados de pornografía, ella también, pero con mucho más bagaje que yo a sus espaldas y con más clase, produce relatos porno con un acabado literario magnífico, por no decir insuperable. Tal vez no parezca objetivo, pero es que no lo puedo ser, me encanta su libro Una Mancha en la Cama.

viernes, 17 de abril de 2015

Deseándote...



Hoy es un día especial. Y lo sé porque llevo todo el día deseándote. Me podría haber sucedido cualquier día, pero no ha sido hoy, seguro que tú sabrás el motivo.

Desde que esta mañana he abierto mis ojos un poco antes de que sonase el despertador, no he podido evitar sentir como mi deseo por ti iba en aumento. Te puedo asegurar que lo notaba en mi entrepierna pues algo empezaba a crecer por ti. La pena es que no tenía tiempo de entretenerme masturbándome mientras te imaginaba en la cama junto a mí.

Así que me he levantado y me he dado una ducha, fría por supuesto, para ver si bajaba mi calentura. Pero no, el deseo que siento hoy por ti impidió que mi polla bajase totalmente su erección. Por lo que tras secarme la guardé disimulándola dentro de mi bóxer y me puse unos vaqueros desgastados no demasiado ajustados que junto a una camisa blanca ha sido mi ropa de trabajo de hoy.

sábado, 4 de abril de 2015

La soledad de mi vecina



Seguro que la casi totalidad de quienes me leéis tenéis vecinos, salvo que viváis en una isla paradisiaca para vosotros solos. Como éste no es mi caso, he de decir que yo sí los tengo: vecinos por arriba, vecinos por abajo y vecinos por los lados. Es lo que tiene la vida moderna, vivimos todos hacinados en colmenas. Eso sí, el vivir así también da pie a historias como la que me sucedió el pasado fin de semana.


Tengo una vecina al lado llamada Ana, más o menos es de mi edad aunque un poco más joven. No diría yo que es guapa, pero tampoco fea. Tiene una larga y rizada melena negra que se le mueve salvajemente cuando anda. Si su cara no es su mayor atractivo sí lo es su cuerpo: es delgada con piernas largas y aunque no suele vestir ceñida se le adivina un buen culo. Pero hay algo de ella que atrae la mirada de todos los hombres y es su pecho. La verdad es que tiene unas tetas enormes y eso sí que no puede evitar que se le note a través de su ropa. A mí, en cuanto a tetas, no me gustan tan grandes, las prefiero más manejables, pero no voy a negar que las suyas tienen su morbo, puesto que alguna vez había imaginado si se podría ver alguna parte de mi polla, una vez dura, metida entre semejantes tetas.