sábado, 11 de julio de 2015

Un toque de sumisión (2ª parte)



En la primera parte de esta historia dejé a Mistress Gladyx fusta en mano y con un consolador en la otra mano. Tenía la intención de penetrar con él por primera vez mi culo. Su idea era colgar en él un rabo para que yo al pasear con él puesto pareciese un auténtico perro de verdad. Me había preguntado si me gustaba la idea de tener ese consolador en mi culo. Y yo me había quedado pensativo, con los miedos lógicos a la primera vez, antes de responderle. Es aquí donde retomo la historia repasando lo que le había ocurrido a mi ano previamente.

A parte de alguna exploración anal que me habían tenido que realizar los médicos, y alguna mujer, que con algo de curiosidad, había metido un dedo en mi ano mientras me pajeaba, no había tenido nada similar en el interior de mi culo. Es cierto que el consolador era más bien fino, salvo en su punta, pero no me gustaba la idea. Por lo que por fin le contesté:

viernes, 10 de julio de 2015

Un toque de sumisión (1ª parte)



He de reconocer que desde mi despertar sexual he sentido curiosidad por el mundo BDSM. Seguramente que esta curiosidad se acrecentó por la influencia de la extraña experiencia que viví y que ya conté en Cosmética Seminal. Desde que vi las primeras fotografías del tema, así como algunas películas en que aparecían relaciones de este tipo, supe que era un tema que me daba mucho morbo, tenía fantasías con ello, pero que tampoco podía contar a cualquiera porque la mayor parte de la gente que yo conocía no estaba preparada para oírme hablar del tema, sin pensar que yo fuese un degenerado, que puede que lo sea, pero no por tener estas fantasías.


Ahora es más fácil encontrar información sobre el tema desde la llegada de internet, pero antes era mucho más complicado. Hay webs dedicadas al tema donde explican las diferentes prácticas, redes sociales donde se puede hablar de ello sin que nadie se lleve las manos a la cabeza como antes, e incluso hay foros donde puedes intercambiar ideas y fantasías con gente de gran experiencia. Y así es como comenzó la historia que os voy a contar hoy, pues ocurrió con una persona que conocí en uno de esos foros.

viernes, 26 de junio de 2015

¿Más errores del whatsapp?



Hace un rato estaba yo tranquilamente tirado en mi sofá. Veía por enésima vez la película 300. No por los abdominales de los espartanos, es que me gusta la película y su colorido, tan similar al cómic original. Pero bueno, ya me desvío, como decía, veía la peli cuando unos silbiditos del whatsapp me han interrumpido.


Pausé la película y cogí el móvil para leer los mensajes, llevándome una grata sorpresa al ver el nombre del contacto que me los había escrito, pues era aquella a quien llamé Culoguay, y de quien ya hablé en este post anterior. Al abrir y ver sus mensajes, de nuevo y como aquella vez he vuelto a alucinar, pues había tres mensajes seguidos de una foto muy sensual. Los mensajes decían:


- ¡Buenas tardes!


- ¿Cómo lo llevas?


- ¿Qué te parece como voy a cenar contigo esta noche? 

jueves, 25 de junio de 2015

Una limpieza en profundidad



No sé si os pasa, pero es algo que a mí me ocurre frecuentemente. Cuando se me mete algo en la cabeza, no puedo descansar tranquilo hasta que lo hago realidad. Y quién dice algo, dice alguien, dice mujer pues. A veces veo una mujer que, sin saber el motivo, ejerce ese poder sobre mí. No puedo apartar mi mirada de ella, no puedo dejar de pensar en ella, es decir, se convierte en ese algo que debo convertir en realidad. Tengo que poseerla, no puedo descansar tranquilo hasta que consigo follármela y hacerla disfrutar. Y eso me ocurrió hace unos días…


Aprovechando que salí pronto del trabajo, después de comer para no encontrarme con mucha aglomeración de gente, fui a un conocido centro comercial. Dado que ya empieza a subir la temperatura del ambiente, la mía interna siempre anda subida, fui a renovar mi ropa de salir a correr. Por ello, fui a la sección de deportes y escogí algunas mallas cortas y algunas camisetas transpirables sin mangas para llevármelas al probador.

sábado, 9 de mayo de 2015

Errores del whatsapp



Esta tarde me encontraba en casa tranquilamente, leyendo en mi sofá, cuando varios silbiditos del whatsapp me han sobresaltado. He pensado en lo a gusto que estaba leyendo sin que nadie me molestase y que ya empezaban a interrumpir mi lectura. Pero bueno, así sin prisas, me he terminado el capítulo y un rato después he cogido el móvil para ver los mensajes. 

Cuando he mirado los whatsapps mis ojos casi se me salen de las órbitas. Y que con un número que no figuraba en mi agenda había dos mensajes seguidos de una foto tremendamente excitante. Decía así:

- ¡Hola! 

- Dime si me sienta bien el conjunto que me he comprado pensando en ti…

jueves, 30 de abril de 2015

Secretos públicos en el bar



Allí estaba yo de nuevo. Sin saber por qué todavía confiaba en la puntualidad de mis amigos, los de toda la vida, por lo que ya había soportado la soledad de sus retrasos una y otra vez a lo largo de muchos años. Es muy triste ser puntual estando rodeado de impuntuales. Pero es que ya era difícil que nos juntásemos los cinco, cada uno con sus historias y sus obligaciones. Por ello me alegré cuando por fin pudimos quedar el pasado sábado a las ocho de la tarde. 

Acababa de mirar el reloj y ya llevaban quince minutos de retraso. Quince minutos que yo estaba sentado en la barra, solo, con la única compañía de mi zumo de piña, nada de alcohol, puesto que había que guardar energías para una noche que sería sin duda larga. Nunca he llevado bien esperar solo en la barra de un bar, aunque pongan buena música como en ése. Pienso que todo el mundo me observa y piensa en lo que hará alguien como yo ahí sentado. Y sin embargo yo hago lo mismo, pues ya sea directamente, con discreción, o a través del reflejo en el espejo del otro lado de la barra, observo a toda la clientela del local.

jueves, 23 de abril de 2015

Día del Libro: Una Mancha en la Cama, de Magela Gracia



Hoy 23 de abril es el Día del Libro. Por ello me gustaría regalar a todos aquellos y a todas aquellas que me leen en este blog un buen libro. Y ése no es otro que Una Noche en la Cama de una buenísima escritora llamada Magela Gracia. Pero como no me es posible regalarlo a todo el mundo, tan sólo os lo voy a recomendar. Y es que para un día especial para los libros como hoy, no hay nada mejor que este libro.


Si cuando me lees te calientas, si cuando me lees te pones en la piel de esa persona a la que yo he hecho disfrutar, te aseguro que este libro debe estar en tu colección de libros ardientes y privados. Pues ése es mi regalo, quiero que este libro esté en tu biblioteca particular, además, si te gustan mis relatos, tengo claro que te van a gustar los de Magela Gracia, créeme, no te miento. Yo escribo relatos llenos de erotismo salpicados de pornografía, ella también, pero con mucho más bagaje que yo a sus espaldas y con más clase, produce relatos porno con un acabado literario magnífico, por no decir insuperable. Tal vez no parezca objetivo, pero es que no lo puedo ser, me encanta su libro Una Mancha en la Cama.

viernes, 17 de abril de 2015

Deseándote...



Hoy es un día especial. Y lo sé porque llevo todo el día deseándote. Me podría haber sucedido cualquier día, pero no ha sido hoy, seguro que tú sabrás el motivo.

Desde que esta mañana he abierto mis ojos un poco antes de que sonase el despertador, no he podido evitar sentir como mi deseo por ti iba en aumento. Te puedo asegurar que lo notaba en mi entrepierna pues algo empezaba a crecer por ti. La pena es que no tenía tiempo de entretenerme masturbándome mientras te imaginaba en la cama junto a mí.

Así que me he levantado y me he dado una ducha, fría por supuesto, para ver si bajaba mi calentura. Pero no, el deseo que siento hoy por ti impidió que mi polla bajase totalmente su erección. Por lo que tras secarme la guardé disimulándola dentro de mi bóxer y me puse unos vaqueros desgastados no demasiado ajustados que junto a una camisa blanca ha sido mi ropa de trabajo de hoy.

sábado, 4 de abril de 2015

La soledad de mi vecina



Seguro que la casi totalidad de quienes me leéis tenéis vecinos, salvo que viváis en una isla paradisiaca para vosotros solos. Como éste no es mi caso, he de decir que yo sí los tengo: vecinos por arriba, vecinos por abajo y vecinos por los lados. Es lo que tiene la vida moderna, vivimos todos hacinados en colmenas. Eso sí, el vivir así también da pie a historias como la que me sucedió el pasado fin de semana.


Tengo una vecina al lado llamada Ana, más o menos es de mi edad aunque un poco más joven. No diría yo que es guapa, pero tampoco fea. Tiene una larga y rizada melena negra que se le mueve salvajemente cuando anda. Si su cara no es su mayor atractivo sí lo es su cuerpo: es delgada con piernas largas y aunque no suele vestir ceñida se le adivina un buen culo. Pero hay algo de ella que atrae la mirada de todos los hombres y es su pecho. La verdad es que tiene unas tetas enormes y eso sí que no puede evitar que se le note a través de su ropa. A mí, en cuanto a tetas, no me gustan tan grandes, las prefiero más manejables, pero no voy a negar que las suyas tienen su morbo, puesto que alguna vez había imaginado si se podría ver alguna parte de mi polla, una vez dura, metida entre semejantes tetas.

domingo, 22 de marzo de 2015

La última cena del trabajo (2ª parte)




En la primera parte de esta historia contaba cómo me lié con mi compañera Mamen en una cena de trabajo, y por supuesto cómo follamos apasionadamente en los aseos del restaurante donde tenía lugar la cena. Dejé la historia en el punto en que, tras la cena, ella y yo íbamos en un taxi a su casa sin que nuestras manos y nuestras bocas parasen quietas en el asiento de atrás.


Tras ir pegándonos el lote así en el taxi, con alguna que otra mirada del taxista por el retrovisor, llegamos por fin a su casa. Pagué el taxi y bajamos. Llegamos al portal. Mamen sacó las llaves de su bolso y abrió la puerta mientras yo no veía el momento de llegar a su casa y volvérmela a follar.

sábado, 21 de marzo de 2015

La última cena del trabajo (1ª parte)



Mi centro de trabajo es bastante peculiar. Por supuesto que se trabaja como en todas partes, o más, pero también hay muchas ganas de fiesta. De hecho una vez al mes, o incluso cada menos tiempo, alguien propone una cena. Se cuelga un cartel en el tablón de anuncios y la gente se va apuntando para luego ir un buen número a la cena.


Si he de decir la verdad tanta cena llega a cansar, así que ya no va todo el mundo a todas las cenas. Yo soy de los que va más de lo que debería pues en las últimas ocasiones acabé aburrido y viendo como algunos decían tonterías influidos por el alcohol. Pero cuando vi que había una cena para hace un par de sábados decidí darles una oportunidad más y me apunté.

jueves, 19 de marzo de 2015

Publicaré vuestro UNDERBOOB como protesta contra el gobierno tailandés



Hoy no voy a contar ninguna historia, sino que voy a hablar sobre algo que me sorprendió ayer. No es otra cosa que la noticia de que el gobierno de Tailandia podría penar con hasta cinco años de cárcel la publicación en las redes sociales de los selfies underboob, que se han puesto de moda desde hace algunos meses. A mí esta noticia me pareció un ataque descomunal contra la libertad de Internet, y más aún en el terreno sensual en el que se mueve mi blog. No entiendo qué daño puede hacer una foto underboob a nadie, puesto que lo único que pueden conseguir esas fotos es que quienes las vemos nos pongamos calientes, lo mismo que busco yo cuando cuento mis aventuras. ¿Acaso prohibirán mi blog en Tailandia?


Pero bueno, puede haber gente que todavía no sepa qué es un underboob. Para quienes no sepan inglés, imagino que muchos políticos que me lean, je, je, underbob es la combinación de under, que podríamos traducir por bajo o debajo, y de boob, que sería teta. Luego underboob, vendría a ser “bajoteta”, como un escote al revés vamos. Por tanto un underboob no es más que una autofoto en la que se muestra la parte inferior de los pechos. No se muestran pechos al completo, ni mucho menos pezones, por lo que las fotos suelen pasar la censura de redes sociales como Instagram, por suerte para nuestro disfrute claro. Además, en buena parte de los casos las mujeres que se hacen un selfie underboob no muestran su cara, con excepciones, como por ejemplo como las cantantes Jennifer Lopez o Rihanna, entre otras famosas.

domingo, 8 de marzo de 2015

Extraño despertar



Abro los ojos. La luz que entra por las rendijas de la persiana ilumina un poco la habitación pero extrañamente es como si viniese de la izquierda de la cama, y no de la derecha como siempre. Con una sonrisa pienso que sería interesante que ahora el sol saliese por el oeste. Aunque al pensar veo que tengo la cabeza embotada, como si anoche hubiese bebido un poco más de la cuenta, y recuerdo: ¡la cena de trabajo! Por eso todo está al revés, ¡soy yo el que está del revés!


Voy a mirar la hora en mi reloj de pulsera. Acerco el brazo izquierdo hacia mí pero no puedo… ¡Ni siquiera controlo mis músculos!, y vuelvo a sonreír. De nuevo trato de acercar el brazo, pero me doy cuenta de que no depende de mí. ¡Hay algo que tira de él! Parece una cinta. Trato de llevar el brazo derecho para desengancharla pero tampoco puedo, ¡está también enganchado!

martes, 3 de marzo de 2015

Un buen corte de pelo



El pasado miércoles me miré al espejo mientras me peinaba y vi que ya me tocaba un buen corte de pelo. De normal me gusta llevar el pelo corto, y esta vez me había pasado un poco pues por el cuello asomaban unos pelos desastrosos y por encima de las orejas ya asomaban también los pelos. ¡A veces soy un desastre! Y no es porque no me guste ir a la peluquería, al contrario, con lo bien que me trata mi peluquera. Así que cogí mi móvil y llamé a mi peluquera. Me contestó y me dijo que tenía una semana complicada, pero me podía coger el jueves a última hora de la tarde, a eso de las ocho, a lo que yo le contesté que bien, que no había problema.


La verdad es que voy muy a gusto a que me corte el pelo mi peluquera María. De pequeño iba a una barbería, a la que me empezó a llevar mi padre. Pero una vez llegué a la edad del pavo, ésa ya no me valía, así que tras probar alguna que otra peluquería, me quedé en la de María, a la que siempre le he sido fiel, y eso que estamos hablando ya de una relación de unos 25 años, ¡mucho más de lo que duran algunas relaciones de pareja!

lunes, 2 de marzo de 2015

Cosmética seminal (2ª parte)



En el post anterior dejé pendiente finalizar una historia de mi pasado. Ahora la voy a finalizar. Lorena, tras pillarme masturbándome en el probador de su tienda de ropa, me explicó que si no quería que divulgase las imágenes grabadas por su cámara de seguridad yo debería aceptar un trato, que consistía en ser su proveedor de semen para que ella tuviese una crema rejuvenecedora basada en él. Tras pedirme que yo fuera su esclavo ante mi asombro, Lorena hablando:


- Te voy a leer lo importante de un contrato que he redactado entre tú, o más bien tu polla, y yo. – Sacó del cajón de su mesa un papel y empezó a leer algunas líneas. – Paso del encabezamiento formal y voy al grano. En primer lugar, seguirás siendo cliente de mi tienda, comprarás aquí la ropa que necesites como has hecho hasta ahora y no desaparecerás como estos últimos días. El negoció es el negocio. – Me sonrió al decir esto. – Y lo importante. Conservaré esta cinta en mi poder pero no permitiré que nadie la vea y te pueda perjudicar siempre que tú cumplas tu parte del trato, que no es otra que darme todo el semen que yo necesite para aplicarme sobre la piel o ingerirlo. Desde el momento en que firmes este contrato, todo tu semen me pertenecerá y podré hacer con él lo que quiera. Esto implica que cada vez que te corras me debes hacer llegar tu corrida. Lo ideal es que la extracción del semen se haga delante de mí, y se podrá hacer con mi ayuda o sin ella, esto es, o bien te masturbarás tú delante de mí como ya hiciste o si estoy de buenas seré yo la que te masturbe. Si lo considero necesario te podré hacer una mamada para ayudarte a correrte y en algún caso excepcional te pediré que me folles si tengo la necesidad, pero que quede claro que tu corrida nunca será en mi interior, te correrás o bien en mis manos, o bien sobre mi piel, en las zonas que pretenda hidratar, ya sea la cara, las tetas o el culo.

domingo, 1 de marzo de 2015

Cosmética seminal (1ª parte)



Ahora que está medio mundo revuelto con el estreno de la película de las 50 Sombras de Grey, ha reaparecido en mi vida una historia diferente de hace ya bastantes años. No es que tenga mucho que ver, pero me apetece contarla hoy.

Todo sucedió cuando yo estudiaba en la universidad. Hasta entonces yo vivía en mi  pueblo donde encontraba todo lo que necesitaba: mis tiendas, mis pistas deportivas, mis pubs, mis amigos, mis amigas, algunas muy deseables y accesibles, etc. Pero esto cambió a mis dieciocho años. Debido a que la carrera que yo quería hacer no estaba cerca, tuve que irme a vivir a un piso de Valencia, una ciudad tremendamente grande para lo que yo estaba acostumbrado. Allí compartí buenos momentos y no tan buenos con mis compañeros de piso, durante unos años: estudiábamos, nos íbamos de fiesta, ligábamos, etc. La verdad es que fueron buenos años.

sábado, 28 de febrero de 2015

Los placeres del verano (2ª parte)



Ésta es la continuación a un relato que dejé interrumpido hace ya tiempo y que esperaba su final. La primera parte se puede leer aquí. Y sin más ahí va el desenlace.
Fueron pasando días en que iba, la veía y me excitaba. Llegamos a un punto en que nos acariciábamos disimuladamente por encima de la tela. Yo acariciaba mi polla cuando ella miraba, y ella sus pechos con algún roce a su entrepierna al mirar yo. Todo ello lo hacíamos sin que nadie más de la playa se pudiese percatar, y por supuesto en ausencia de su marido. Cuando él llegaba, lo único que podíamos hacer era dedicarnos alguna mirada clandestina, y poco después yo me iba para no hacer nada peligroso.


sábado, 7 de febrero de 2015

Ducha caliente conjunta



Ha pasado un tiempo, pero hoy voy a retomar mi historia con Ruth, mi vecina de las vacaciones veraniegas. La historia la inicié en Vecinos adosados y continuó en Adosados y pegajosos desde donde continúa. Por más que pase el tiempo, y más aún ahora con el frío del invierno, recuerdo el tórrido verano que pasé junto al caliente cuerpo de Ruth.

Dejé la historia tras haberme desayunado el cuerpo de Ruth recubierto de Nutella, y tras haber saboreado ella el mío recubierto de la misma crema. Así, un buen orgasmo por mi parte había seguido a otro más intenso si cabe suyo. Pero ambos seguíamos calientes y con ganas de más. Por encontrarnos todavía pegajosos por los restos de Nutella sobre nuestros cuerpos, íbamos a darnos una buena ducha…